Al igual que en otros sectores de la economía, en el sector bancario está produciéndose una importante transformación digital. Cada vez son más las entidades que están apostando por ofrecer servicios a través de soportes online. Esto es debido no solamente a la evolución tecnológica que se está viviendo en todo el mundo, sino también a una mayor demanda por parte de particulares y empresas que quieren beneficiarse de todas las ventajas de este tipo de bancos.
Según el informe “Mobile en España y en el Mundo 2017” elaborado por la empresa Ditrendia, a nivel mundial, uno de cada cuatro usuarios usa únicamente la banca móvil. Los Países Bajos y España son los países que han visto un mayor crecimiento en el sector, viendo como los usuarios de este tipo de servicios superaban el 50%. Pero, los que más sobresalen son Alemania y China, donde lo digital tiene un protagonismo total. Los servicios más utilizados a través de los dispositivos móviles son aquellos relacionados con la banca online. Más del 10% de los encuestados afirma acceder a estos servicios varias veces al día.
Esto ha hecho que las redes bancarias sean mucho más pequeñas, con una importante reducción en el número de sucursales. En cambio, las oficinas son más amplias y se ofrece un mayor asesoramiento. Un hecho que se debe a que aún es necesario el atendimiento tradicional en las operaciones bancarias más complejas, como puede ser la financiación, los servicios transaccionales o la gestión de tesorería, entre otros.
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Los principales beneficios de la banca digital
– La banca digital supone un importante ahorro de comisiones por parte de los clientes. Al usar las aplicaciones móviles para realizar las gestiones cotidianas, como pueden ser las transferencias o el pago de recibos, evitan tener que pagar comisiones innecesarias en las oficinas bancarias.
– Se dispone de acceso a las cuentas las 24 horas del día, los 7 días de la semana. Esto da un control total sobre las finanzas, evitando quedarse en número rojos con las repercusiones que esto supone. Además, ofrece la posibilidad de crear un sistema de alertas que avisan de posibles problemas o movimientos en las cuentas.
– Significa un importante ahorro de tiempo y una mayor comodidad. Ya no es necesario desplazarse a las oficinas bancarias para realizar simples gestiones como es mover dinero de una cuenta corriente a la cuenta ahorro. Se puede hacer desde cualquier lugar, basta con tener conexión a Internet.
– Los bancos hacen frente a menores gastos de gestión, por lo que pueden ofrecer mejores condiciones y ofertas a los clientes. Todo ello sin contar con la mayor transparencia y el mejor control de las operaciones por parte de los organismos supervisores del sistema bancario.
– Los clientes tienen toda la información a su alcance, pudiendo contrastar los datos y acceder a ellos todas las veces que necesiten. De esta forma, pueden tomar decisiones informadas sobre los productos o servicios que desean contratar con su banco.
– A través del Big Data, las entidades son capaces de ofrecer consejos y ofertas especialmente diseñadas para cada cliente, centrándose en sus necesidades concretas. Este Big Data también podrá ser empleado por las entidades para prevenir los fraudes mucho más rápido.
¿Cuál es el futuro más próximo de la banca digital?
En la actualidad, en España conviven dos tipos de clientes bancarios, el que solamente interactúa con su banco a través de las oficinas físicas y el que lo hace únicamente a través de los medios digitales. En los próximos años, el objetivo será contar con un mayor número de clientes digitales, porque esto les ayudará a reducir costes y a obtener una mayor rentabilidad. Un aspecto fundamental si se tiene en cuenta el entorno tan competitivo que existe en España en el terreno bancario.
Además, se espera que la presencia de nuevos operadores dentro del ecosistema financiero, entre las que se encuentran las big tech y las fintech. Según Francia Uría, socio responsable del sector financiero de KPMG Abogados, las empresas industriales también se adentrarán en el mundo de los servicios financieros, ya sea ofreciendo seguros, financiación o incluso gestionando los pagos.
Por su parte, el catedrático de banca de Esade, Robert Tornabell, afirma que ya existen cadenas de alimentación y supermercados que ofrecen líneas de crédito a sus clientes. Pero los límites de la actividad de estas empresas se están borrando en ambos sentidos, pues, según el director general de Ebury para Portugal y España, los bancos también están comenzando a vender artículos de consumo.
A pesar de los avances y de los beneficios de la banca digital, lo cierto es que aún queda mucho camino por recorrer, pues hay regiones en la geografía española que no está preparadas para hacer frente a un sistema bancario totalmente online. Poco a poco se irá llevando a cabo esta transformación digital que cambiará la idea de banco como se conoce hoy en día.